Regeneración Osea

Para que un implante dental tenga éxito, la calidad del implante es tan importante como la del tejido óseo del maxilar o la mandíbula donde se integra. Sin una buena superficie de agarre, es muy difícil que el implante se mantenga en la boca del paciente por mucho tiempo: los odontólogos estiman que la zona de hueso que sustente a un implante debe tener como mínimo unos 10 mm de altura y unos 5 mm de espesor

El desarrollo de la técnica de regeneración ósea guiada (ROG) se inició a finales de 1980 con una serie de estudios experimentales. La ROG se basa en el concepto de usar una membrana, reabsorbible o no, para estabilizar el coágulo sanguíneo y crear un espacio en el que las células procedentes de tejido óseo puedan crecer sin la interferencia de la rápida proliferación de las células del tejido blando. En estomatología se pueden emplear en la regeneración periodontal, implantología y trasplante dentario, entre otras aplicaciones. Se describen complicaciones como exposición de la membrana, infección y necrosis.

La regeneración ósea dental consiste en recuperar la calidad y nivel de la masa ósea perdida en los maxilares. Esta técnica se utiliza en implantología con el objetivo de de colocar piezas artificiales.

Existen dos tipos de técnicas de regeración osea dentales:

  • La regeneración ósea dental por injerto óseo consiste en una intervención quirúrgica que busca reponer el hueso perdido. El hueso trasplantado puede pertenecer al mismo paciente, ser de un donante o de sustitutos óseos comercializados (de origen animal, vegetal o sintético), siempre que sean compatibles con el paciente.
  • Por otro lado, la técnica por Plasma rico en Factores de Crecimiento radica en extraer sangre del paciente para obtener las proteínas que se encuentran en el plasma. Estas se aplican en la zona con el objetivo de regenerar
  • Regeneracion ósea guiada. El desarrollo de la técnica de regeneración ósea guiada (ROG) se inició a finales de 1980 con una serie de estudios experimentales. La ROG se basa en el concepto de usar una membrana, reabsorbible o no, para estabilizar el coágulo sanguíneo y crear un espacio en el que las células procedentes de tejido óseo puedan crecer sin la interferencia de la rápida proliferación de las células del tejido blando. En estomatología se pueden emplear en la regeneración periodontal, implantología y trasplante dentario, entre otras aplicaciones. Se describen complicaciones como exposición de la membrana, infección y necrosis.
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